Para mi amigo De Austria Castro “Koyote”, a la carrera pero con mucho cariño, en el día que pilló un cuarto de siglo.

Te escribo este soneto compañero
a modo de presente incorregible,
un cuartito de siglo imprescindible
con decoro, con whiskey y con esmero.

Con esto, buen amigo, yo te espero
con tu arte, con tu don tan irascible,
esa copa que siempre es imposible,
esa cita colgada en el ropero.

La añoranza vendrá con su garrote,
a cobrarse los días que no han sido,
más tarde plantaremos el cipote,

más tarde beberemos lo vivido,
ya sabes que te ofrezco mi capote,
¡a lidiar con el tiempo ya perdido!