Taciturna está la noche,
y yo Rimbaud medio embriagado,
desde la orilla de este río menguante,
quisiera crucificarme sempiterno
en tus profundas entrañas de amapola.
Mientras la tenue luna
siga sembrando versos
de aroma a escarcha,
y el vino
no deje de fluir
por mis venas
transidas de dolor...
Sementará la aurora
tierno nogal de Belleza
en tu pecho abierto
de enhiesta pasión bruñida.
Se acuñaran pantagruélicos rosales
de hermosa vida impura
sobre mi errante bohemia
de incansable camino.
...y ascenderán febriles nuestros cuerpos
gimiendo Universo agradecido.
Inhalaremos la esencia profana
de la Diosa Afrodita...
...y colmados de Placer
caeremos sucumbidos
en el dulce regazo de la muerte.
¿Te gusta Rimbaud?
ResponderEliminarEs el mejor...
Me gustan algunas cosas que escribes pásate por mi blog:
http://lisbetsalander.blogspot.com
xvr poemaa¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminar