Otoño en Barcelona, madrugada,
la ciudad se desangra lentamente,
las aceras perfuman suavemente
tu figura de lágrima postrada.
Por las Ramblas pernocta desgarrada
la vejez de tu verso floreciente,
auroras con arrugas de alma ausente
emergen de tu sangre envenenada.
¡Vieja borracha a lomos de Saturno,
pobre esperpento surcando avenida!,
en la estación de Sants, bala perdida,
acabas la jornada, entre el nocturno
vaivén de chulos, curas y fulanas...,
¡a seguir destilando las mañanas!.
Buenas amigos, este poema lo escribí hace casi diez años. Estando en Barcelona conocí a una mujer bastante curiosa, iba por la calle, muy ebria, parando a los viandantes y recitándoles poemas a cambio de la voluntad. Tuve la ocasión de hablar con ella un par de veces, aunque la solía ver amenudo. Una noche, andando yo por las cercanías de la esación de Sants,pude ver como se montaba allí su "chiringuito" para dormir un rato supongo, ya que desde bien temprano la solía ver de nuevo. Así pues le hice este soneto, pensé en buscarla para dárselo, pero al final me eché atrás, no me pareció tan buen idea.
ResponderEliminarme parece genial
ResponderEliminar¿Cómo se puede describir tanto en tan pocas palabras? Buenísimo el poema, brutal y mejor título. Te imagino quijotesco batallando por las Ramblas de Barcelona, y me pregunto: ¿por qué no tendría la suerte de conocerte antes?. Eres mi gurú y mi guía. Siempre me quitaré el sombrero ante ti. Un abrazo.
ResponderEliminarVamos a subir otro pronto!!!! que estamos a 15 de junio, queremos mas! queremos mas!!
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