martes, 11 de agosto de 2009

On the street again



Cantó el borracho, llanto enloquecido
de sombras de ciprés, luciferinas
sonatas en alcobas diamantinas.
Llantos burlescos de amor y de olvido.

Cantó el poeta, noctámbulo gemido
de escarcha, marchitadas golondrinas
que siembran pulcro verso en las esquinas.
La blasfemia de un beso envejecido.

Poetas, borrachos, malditos sirvientes
de ritmo nochernirgo, caballeros
sin fe. Tormento y rechinar de dientes

agitan vuestras almas. Extrajeros
de exilio sempiterno, que a las gentes
aliviáis con oscuros cancioneros.

3 comentarios:

  1. Ole,ole y ole. Así me gusta a mi. Gracias.

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  2. Magnifico, este domingo visitare tu tierra que me han dicho que es de las mejores de la peninsula y parte de europa. jeje

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  3. Leerte y reflexionar me deja húmeda como una virgen en la flor de la vida...

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