sábado, 7 de marzo de 2009

De cuando Juan Manuel agarró una espantosa borrachera.



¡Oh trovador del mejor llanto añejo!,
¡Oh surtidor de canciones celosas!,
Relinchando tu vómito de rosas
sucumbes por las calles potro viejo.

El verso de tu espada es fiel reflejo
del llanto decadente de las Diosas,
tragedias de rameras andrajosas
cincelas en el alba con cortejo.

A ti, mustio rapsoda del Parnaso
que las penas revistes con licores,
te ofrezco este soneto con retraso

desde el jardín de mis pérfidas flores.
¡Levántate, de vida llena el vaso
o arrástrate entre polvo, entre sudores!

5 comentarios:

  1. Oh il huevo! magnifisesce!

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  2. Esto es lo que se dice universalizar un instante. Instante que, por otra parte, se repite a menudo. Bravo poeta!

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  3. yo elegi arrastrarme por el polvo

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  4. Bravo por el humor, encima con glamour :)

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  5. me alegro de que te guste, lo del retraso del soneto es por que me tiré lo menos un mes para escribírselo, aunque bueno, por esa época daba igual por que ese tipo de situaciones eran el pan nuestro de cada día, jejeje, que tiempos!

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