-¡Que belleza, follarte entre diamantes!-,
le dijo la princesa al vagabundo.
Arlequines sin sueños por el mundo,
bebedores con penas de gigantes.
Casas de citas, pasiones errantes,
emperatrices de un sentir profundo,
la Torre de Babel, arpegio inmundo,
sin torre de marfil y sin amantes.
¡Oh Cabaret, Cueva de Montesinos!,
los locos siempre pierden la partida,
pícaros, trapecistas, peregrinos,
todos mordimos la fruta prohibida.
Himnos oscuros reptando caminos,
de inútiles pasiones de por vida.
Los locos siempre perdemos, ya llegará nuestro momento. Por cierto, muy buena referencia a la cueva de Montesinos, es el capítulo del Quijote que más me gusta.
ResponderEliminarEn El Quijote esta la clave de practicamente todo!
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