sábado, 7 de marzo de 2009

Soneto que tropieza, en una noche de tranqui, con mi amigo Guillermo.



Prefiero recordarte enmarañada
entre el humo viciado de un ducados,
en tu jardín de piel, bien embriagados,
sentirte tan vulgar crucificada.

Sentirte en mi costado amortajada,
y en un rincón bermejo, anestesiados,
relamer tus pezones nacarados,
fumar de esa colilla desvelada.

Y ahorcarme con el hilo de tus babas,
cabalgar por el filo del tacón
de tus botas de cuero cristalino.

Y esnifar en tu escote, sin más trabas
que el horario de cierre del telón,
las macabras virutas de pasión,
que emergen de tu lecho diamantino.


1 comentario:

  1. Robe:
    ..."esnifar en tu escote...las macabras virutas de pasión"... realmente bueno. A todo esto, ¿cómo te levantaste al día siguiente?, jejeje.

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